Fin de año. No puedo creer que llegara a este lugar del camino, no tengo ni la más puta idea de donde estoy parada, he avanzado no más, por intuición, por instinto, por antojo, y siento que estoy a la mitad o menos, a oscuras, no sé lo que viene, aún no tengo idea, y hasta cierto punto eso está bien.
Pero la verdad es que voy encontrando respuestas, voy armando mi rompecabezas, y después de haber andado tanto revaloro muchas cosas, reconsidero mis dogmas, y me voy descubriendo, poco a poco reconociendo mi imagen en el espejo.
Este año me han pasado cosas alucinantes que he disfrutado plenamente, no me arrepiento de nada de lo que he vivido, absolutamente de nada, cada una de las cosas que viví me han dejado un mensaje, un aprendizaje, una pista, y también amistad, cariño, he recuperado a muchos de mis amigos, he conocido a otros con los tengo una amistad que atesoro en mi alforja.
Falta más camino por recorrer, de hecho considero mucho la posibilidad de moverme aún más
de irme a conocer el mundo a ver qué encuentro a ver qué pasa, estoy inquieta, y al mismo tiempo debo tranquilizarme, aún no tengo capacidad de estar en silencio.
Pero estoy aprendiendo a disfrutar este torbellino.