miércoles, 26 de agosto de 2009

Las reglas del mercado: de vuelta al ruedo

He estado en una relación desde hace diez años, tuve una relación de 4 años aprox, luego un break de dos meses y enganché con un patán (mi peor pesadilla, la peor de todas) y luego de seis meses de aventurillas, estuve con ÉL más de seis años, oh no, han sido más de diez años en una relación. Por eso me costó tanto acabarla, no sé estar de otra manera en el mundo. Bueno, me había olvidado como se estaba.

Estando en mi relación, esta última, tuve algunos encuentros con otras personas, sobretodo en los momentos más críticos, cuando parecía inevitable la separación y luego por enésima vez y contra todo pronóstico decidíamos continuar.

Anyway, el asunto es que más o menos tuve chance algunas veces de mirar el mercado, ahora ya estoy de vuelta con un ligero entrenamiento, tal vez si hubiera terminado sin estos encuentros, y me lanzaba a ver el mundo como está ahora hubiera vuelto corriendo a sus brazos. De hecho el último retorno fue por este motivo.

El mercado está duro, está hecho una mierda. Son hordas de gente buscando nada, moviéndose en un espacio vacío topándose una con otras, con gente sin rostro, sin nombre, sin olor, sin sabor. Sólo topándose unos contra otros como en una gravedad cero.

Tengo que reconocer que me asusté un poco, bueno mucho, yo la super moderna, la open mind, la aparentemente fría calculadora, me espanté de las nuevas reglas del juego, que no son tan nuevas en realidad, participé en el juego a fines de los noventas, y algo recuerdo, pero ahora está peor, porque no sólo somos los de 30 para arriba que estamos en el juego con el corazón blindado, sino que también son los de 20 y 18 que también participan de este juego frío con sus cuerpitos endebles y su gran vulnerabilidad, exponiéndose a las fieras mayores, que sin ningún reparo engullen a los cachorros y cual vampiros les inyectan el veneno que los convertirá cuando lleguen a los 25 en esta especie de monstruos con el alma vacía y la mirada cínica.

Aunque, no sé si tal vez así como con respecto a mi vida voy considerando otros caminos como válidos, puede que estas reglas del juego también funcionen, y todo ese rollo del romanticismo, el enamorarse de la buena mujer rica e inteligente o del pata noble con buenos sentimientos y gorda billetera (obvio, tampoco conviene ser tan naif), tampoco sea la única vía, LA vía, LA forma de estar en el mundo, a lo que debemos aspirar para ser felices y sentirnos realizados.

Pero igual, me cuestiono un poco (o bastante) este juego funciona? Hasta cuándo? Hasta cuándo se tiene pellejo para seguir jugando y no salir lastimado? Realmente nadie sale lastimado? Realmente ya no creemos en nada? O sólo nos estamos protegiendo porque a algún huevón o a varios en realidad, se les ocurrió empezar a joder, a engañar, a matar ilusiones y de repente esparcieron su cinismo como un virus emocional? Y claro ahora todos estamos contagiados.

La vez pasada hacía un pequeño sondeo en una disco, preguntándoles a algunos patas, qué onda? Para qué vienes a la disco? Con qué intención te paras en este balconcito? (A mirar tu presa claro y cazarla) pero me resistía a pensar que el asunto fuera tan básico y sí, me podrán decir ilusa y todo, pero fui más o menos descubriendo que estos pobres cojudos van a la disco buscando no sólo levantarse una chica, sino buscando aceptación, buscando marcar en su libretita un palote en la fila de los aciertos para levantarse en la mañana, mirarla y salir al mundo con un poco de combustible emocional que no los haga sentirse taaaan miserables, tan poca cosa, tan solos o tan fallidos.

Esto me hace pensar que, todavía queda alguna fibra sensible en estos entes aparentemente muertos emocionalmente, pero por alguna razón que luego comentaré en mi capítulo de hombres infieles, se resisten a fortalecer, a sanar y, a partir de eso, recuperar el alma.

Perdón si hablo en masculino, pero es inevitable pensar más en los hombres emocionados metidos en este jueguicto como perritos con sed, aunque las chicas claro ya andamos sumergiéndonos también en esta melcocha, porque no nos queda otra tal vez, o porque por ahi algunas ya le vamos pescando el gustito.

Por ahora llego a una conclusión preliminar, de alguna manera, en este mercado, el alma ha perdido valor y por el momento no hay mucho interés en recuperarla, no hay mucho interés en recobrar la capacidad de enamorarse, de sentir algo por alguien por algun@ o algun@s . Aun hay piel para seguir jugando todavía un rato más, y parece que la gente se divierte o que en todo caso, le da mucha flojera probar otras vías, por ahora seguiremos reportando desde el campo de batalla, y claro si bien quiero observar y registrar, tengo que inocularme el virus, a lo carrión, para ver cómo funciona el asunto....

2 comentarios:

  1. oe mi queridísima carecarrión... no creo que el alma haya perdido valor, por el contrario, a alguno se les gastó, malogró, quemó (Qué rico jaja) o desapareció, y como la crisis pegó en todos los niveles, se ha vuelto carísimo repararla con curitas y peor aún, comprar una nueva... y por eso, así como algunos se están acostumbrando a vivir con menos dinero, a pagar más caro por la canasta y hasta a dormir menos, y con más personas... también se han acostumbrado a sobreVIVIR con un tercio de alma, con una completa pero inherte, o sin ella (alma).... beso.... negro

    ResponderEliminar
  2. Siempre bien recibidos tus besos (negros), al final el tema es el mismo, alma sin valor, alma dañada, sin alma, la misma chola con diferente calzón, cada vez la gente está más dura, más incrédula, más cínica, con respecto al amor y sus derivados, mis sondeos reportan de manera más recurrente, insatisfacción, frivolidad, y nadie parece hacerse problema por eso.

    Yo ando allí, tratando de acostumbrarme al asunto, y de hecho por ratos funciono bastante bien, pero no sé cuánto me dure la sonrisa en la cara con este tema.

    Seguiremos reportando.

    ResponderEliminar