Es un pecado no disfrutar el sexo a plenitud. El disfrute sexual es una de las mejores cosas que nos puede pasar y aquel que se permite romper sus limitaciones, sus temores, sus roches y simplemente se entrega al frenesí, ha sido realmente bendecido.
Y hablemos de sexo, pero no en su versión porno duro, es decir, el tire sin argumento, sin pasión, mecánico donde todo se basa en la mayor cantidad de poses que logres y lo bien que se ve tu cuerpo trabajadito en el gim o recién liposuccionado o lo mostro que te queda la tanga que te compraste que seguro ni la miran y te la quitan en tres segundos ($ 20 dólares por las huevas en el conjuntito de encaje).
No, ese sexo vacío no, hablo del sexo entregado donde hasta el beso te excita, donde hay verdadero calor, fricción, donde hasta el tan vapuleado misionero se viste de frag y es una exquisitez, el sexo en el que te sientes diosa o dios, donde tu cuerpo se vive voluptuoso y te sientes realmente sexy, sensual, y al ver ese maravilloso intercambio de dos cuerpos que sudan y se mezclan y se conjugan con una exactitud perfecta, sin espacios vacíos, sin distancias, nadie piensa en terminar sino en continuar por horas de horas prolongando esa sensación maravillosa.
A eso le agregamos además las palabras, las cómplices palabras sucias, sexys, y confesiones de las más íntimas, regalos constantes como "eres increible, maravillosa" o "no sabes cuánto te deseo", y algo así también como "quiero quererte" ya ahí cruzamos una línea, pero bueno cuando el más frío e insensible ser logra tal placer que confiesa la necesidad de que seas parte de su vida, querida o querido, felicítate, has tenido una excelente performance.
Sin embargo pareciera que esta maravilla no ha sido regalada a muchos mortales.
No lo sé a ciencia cierta, es decir, no he visto estadísticas ni investigaciones sobre el tema, pero por lo que escucho, por lo que me cuentan y hasta por lo que he vivido hay mucha gente que no sabe lo que es un buen polvo, pero uno bueno, ese que te hace terminar gritando, riendo, llorando, y te deja bruto, una sensación absolutamente básica, primaria, sin palabras, sólo la sensación intensa inundándote, dominándote, poseyéndote.
Y por qué tanto frustrado. Partimos de la represión, ok te cagaron emocionalmente de chibolo o chibola, viste a tus viejos tirar y eso te marcó para toda la vida, o te prohibieron tocarte tu cosita porque eso es pecado, eso es cochino, eres un mañoso de mierda, enfermo del demonio, de quien habrás aprendido esas mañoserias, o de hecho tus padres son lo más reprimido del mundo y sin decírtelo te hacen sentir que el sexo es tan tabú en tu casa que casi parece que te concibieron con una probeta, o simplemente brotaste del piso como una planta.
El otro extremo es que tu vieja o viejo sean tan enfermos que te intimidaron y te encerraste en tu capullito, para preservarte de ese par de pervertidos que solo piensan en cogerse al vecino o vecina o al viejo o vieja de tu mejor amigo o amiga, si es que no quieren tirarse a este último a lo Kevin Spacey en American Beauty.
También están los que alguna vez tuvieron una buena época, se entregaron al placer en la plenitud de sus 20´s y luego se casaron o se amarraron con alguien más de manera sedentaria (es mi palabra para decir relacion estable) y la rutina y las broncas y lo cotidiano generaron que el sexo con el o ella simplemente fuese una especie de comida obligada que tienes que tomar porque es lo que toca pues no?. Ya qué cuernos quítate la ropa no más súbete o voltéate, y haz lo mismo de siempre, las mismas poses, las mismas palabras, la misma duración, sexo de memoria.
Ojo que están los que en esta situación logran mantener el level, y la verdad es que admiro mucho a aquellos que en una relación sedentaria todavía preservan el deseo sexual y la furia que involucra un buen polvo, a pesar de los años, la rutina, los hijos, las deudas, mmmm, debe haber alguien por ahí que lo logre no? ya, a ese alguien lo admiro.
Los que no lo logran siempre se refugian en la trampa (o el trampo si cabe el término, porque ellas tampoco son unas santas), no hay nada más triste que escuchar a un hombre o mujer casada al terminar con la trampa en cuestión: "Me había olvidado lo bueno que era".
Como un paréntesis resalto que muchas veces es la trampa la que logra inocular un poco de pasión a la desértica relación sexual de la pareja y hasta revive un poco la llama. Créanme que esta teoría no es nada nueva ni descabellada, a veces las trampas pueden salvar un matrimonio.
Están además los acomplejados, que se mueren de ganas pero no se entregan al placer porque el cuerpo no los ayuda, están medio gorditos o por el contrario medio decompensados en algunas zonas por no decir en todas, y les cuesta disfrutar el sexo porque les da roche su cuerpo, están más concentrados en que el mondongo o la chalona no desafinen y terminen matando la pasión de la contraparte y en vez de regodearse en sus carnes o pellejos, apagan la luz, se cubren, sumen la panza, evitan ciertas poses y el encuentro se vuelve de lo más trabado.
Finalmente entre los que se me vienen a la mente a esta hora, están los que ya me parecen inexcusables, aquel o aquella que no puede disfrutar del sexo plenamente por la simple y sencilla razón de que les falta físico o sea, se agitan, se agotan, les falta el aire y no pueden continuar, o quieren llegar al final pronto para que todo acabe de una vez porque allá arriba, no están dando la talla.
De hecho casi siempre optan por estar abajo, son recontra flojos o flojas, y dejan que la contraparte se encargue de dirigir el show y muchas de las fantasías que tienen o alucinan se quedan en eso, en fantasía, y allí abajo, cierran los ojos e imaginan que están haciendo el kamazutra completo, y con eso se excitan más y fácil la dan, pero cuando abren los ojos saben que no se movieron un ápice, que no sudaron una gota y que todo se quedó en el patético misionero, finalmente abandonan el campo de batalla sin pena ni gloria, sin haber podido ir más allá porque no les quedaba aliento, en realidad nunca lo tuvieron.
A este grupo en particular sí les digo, no se hagan eso, no se pierdan de tamaña diversión sólo porque fuman como chino en quiebra, tragan como descosidos y su vida es más sedentaria que el polvo aburrido que se meten cada tres meses.
Muchos me dirán que el sexo no lo es todo y porqué se le da tanta importancia, y que seguro quien lo hace basa su relación con el otro en un vínculo vacío que no va más allá del contacto físico, bla bla bla, ya, whatever, yo no hablo de vínculo, hablo de la capacidad de disfrutar de un apecto importante de nosotros como personas, que influye de manera importante en el estado de ánimo y en la forma cómo se afronta la vida.
Aunque no lo crean, permitirse disfrutar, permitirse gozar, no sólo con el sexo sino con todo en la vida, ayuda a que uno de destrabe, que las energías fluyan de manera más armónica, que miremos el mundo de una forma más sana, más ligera.
No dejen de disfrutar, no dejen de sentir, de regalarse y regalar placer a alguien más, tan simple como eso, quienes conocemos el sentimiento, sabemos que este placer implica no sólo la cuestión sexual, implica que estás en el mundo con una mayor apertura, libre de complejos y de represiones absurdas que entrañan sentimientos de culpa, verguenzas, temores y angustias cojudas, que nos llevan a sobrevivir a pasarla no más en vez de vivir plenamente.
Se están perdiendo la fiesta y la verdad es que está bravaza.
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ResponderEliminarIndustrial? ja ajaja
ResponderEliminarBueno agarré carne creo no? Pero si pues es cierto, es dificil perdonar la canita al aire, pero a veces es salvadora, entonces, mantengámoslo en secreto, tanto el hombre como la mujer en algun momento sacamos los pies del plato y en el fondo lo sospechamos, dejemoslo en sospecha y el equilibrio estara preservado...
Que bueno que mencionas lo de "LA TRAMPA o EL TRAMPA", si todos los sedentarios y sedentarias sabemos en el fondo que LA o EL TRAMPA, es la pimienta para que una vida en pareja transcurra con normalidad y salve a veces muchos años de convivencia incluso con hijos de pormedio, y ojo que hablamos de TRAMPA no de AMANTE porque eso es otro tema; lo condenamos tanto y sabemos que no seríamos capaces de perdonar a nuestra pareja si nos enteráramos de alguna traición como esa, pero sin embargo siempre lo estamos buscando.
ResponderEliminarMe encantaría poder esta de fiesta
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